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El Día de Muertos es una de las celebraciones más representativas de México, una festividad en la que la memoria, el cariño y la cultura se unen para honrar a quienes ya no están físicamente con nosotros. Dentro de esta tradición, el pan de muerto ocupa un lugar especial: un pan dulce que, más allá de su sabor, está lleno de simbolismo y de historia.
En Panoli, cada año buscamos rendir homenaje a nuestras raíces, pero también sorprender a quienes nos visitan con propuestas innovadoras. Este 2025 no es la excepción: además de ofrecer el pan de muerto tradicional, lanzamos ediciones especiales con sabores únicos que combinan lo mejor de la tradición y la creatividad.
El pan de muerto tiene su origen en las ofrendas prehispánicas y en la influencia de la panadería española. Sus formas y decoraciones no son casualidad: la bolita central representa el cráneo, mientras que las tiras que lo cruzan simbolizan los huesos y el ciclo de la vida y la muerte.
Durante siglos, este pan se ha convertido en un símbolo de unión familiar. Es parte esencial de las ofrendas que se colocan en los altares, acompañado de flores de cempasúchil, velas, fotografías y los platillos favoritos de los difuntos. Pero también es protagonista de las reuniones en casa, cuando las familias se sientan a compartirlo con chocolate caliente o café.
En su versión más tradicional, el pan de muerto está aromatizado con azahar y anís, y cubierto de azúcar. Sin embargo, a lo largo de los años se han creado muchas variantes regionales: algunos llevan ajonjolí, otros rellenos de nata o crema, e incluso hay versiones cubiertas de chocolate.
En Panoli creemos que el pan de muerto es una oportunidad para honrar lo clásico, pero también para experimentar con nuevos sabores que sorprendan al paladar. Por eso, este año hemos preparado una selección especial:
Tradicional: el pan de muerto de siempre, suave, esponjoso y espolvoreado con azúcar, perfecto para los amantes de la receta clásica.
Snickers: una versión golosa que combina chocolate, caramelo y cacahuate, ideal para quienes buscan un pan lleno de energía y dulzura.
Glaseado de limón: fresco, cítrico y ligeramente ácido, perfecto para equilibrar la dulzura del pan.
Crema de pistache: una propuesta elegante y cremosa, con un sabor sofisticado que se derrite en cada bocado.
Ate de guayaba: un guiño a los sabores tradicionales de México, con el toque frutal y dulce del ate artesanal.
Cada uno de estos panes ha sido elaborado con ingredientes de la más alta calidad y con el cuidado artesanal que caracteriza a Panoli. Nuestro objetivo es que cada persona pueda encontrar un pan que le hable al corazón y al paladar, ya sea a través de la nostalgia de lo clásico o la emoción de lo nuevo.
En Panoli estamos convencidos de que la tradición se mantiene viva cuando se comparte y se reinventa. El pan de muerto no solo es un alimento, es una experiencia cultural que conecta a generaciones y que despierta recuerdos entrañables.
Por eso, nuestra propuesta de sabores especiales no busca sustituir al pan tradicional, sino enriquecer la experiencia y ofrecer nuevas formas de disfrutar esta fecha tan significativa. Queremos que cada bocado sea un puente entre el pasado y el presente, entre lo que nos identifica como mexicanos y lo que nos impulsa a crear.
El Día de Muertos es un momento para recordar, celebrar y saborear. Este año, te invitamos a que vivas esta tradición con nosotros en Panoli y disfrutes de nuestro pan de muerto en todas sus versiones.
Ya sea que lo prefieras clásico, con un toque frutal o con un giro atrevido como Snickers o pistache, estamos seguros de que encontrarás el ideal para ti y tu familia. Porque en cada pan de muerto de Panoli hay historia, amor y un pedacito de innovación que lo hace único.
